En la toma participan vecinos de las poblaciones de Coronango, Huejotzingo, Nealtican, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Mateo Cuanalá (Juan C. Bonilla) y San Miguel Xoxtla, así como San Francisco Cuapan, San Juan Tlautla, San Sebastián Tepalcatepec, Santa Bárbara Almoloya y Santa María Acuexcomac, poblaciones de San Pedro Cholula.
Por Edmundo Velázquez
Puebla, 8 de agosto (Periódico Central).- Encabezados por activistas protectores del agua y la tierra, los vecinos de doce poblaciones alrededor de la zona del Izta-Popo tomaron las instalaciones de la empresa Bonafont en la población de Santa María Zacatepec, junta auxiliar de Juan C. Bonilla, en Puebla.
En la toma participan vecinos de las poblaciones de Coronango, Huejotzingo, Nealtican, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Mateo Cuanalá (Juan C. Bonilla) y San Miguel Xoxtla, así como San Francisco Cuapan, San Juan Tlautla, San Sebastián Tepalcatepec, Santa Bárbara Almoloya y Santa María Acuexcomac, poblaciones de San Pedro Cholula.
“El agua es un tesoro que vale más que el oro. Queremos frijol, queremos maíz, queremos a Bonafont fuera del país. Los pueblos unidos jamás serán vencidos (...) Zapata vive y vive, la lucha sigue y sigue”, gritaron los pobladores ingresar con una manta en donde enumeraban las poblaciones que participan en la defensa del agua y en contra de la empresa Bonafont.
Según los activistas que participan en la toma de Bonafont, son un millón 640 mil litros de agua de los que se llevaban al año de esta zona.
Es importante decir que, a pesar de que se especulaba que en las instalaciones había un espacio para el bombeo o saqueo de agua, en el sitio sólo se pueden observar garrafones almacenados. En estos momentos, se encuentran los activistas realizando un acto simbólico en contra de la empresa transnacional con tambores, imágenes de Emiliano Zapata y la Virgen de Guadalupe.
Al respecto, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta se desmarcó de la toma de las instalaciones desde la semana pasada y advirtió que tiene que ser el gobierno de la República y la Secretaría de Gobernación federal a través de su delegación en el estado los que deben de tomar acciones legales para el desalojo.
Justo el 21 de marzo pasado, pobladores que dicen ser de los municipios de Juan C. Bonilla —y sus juntas auxiliares como San Mateo Cuanala así como Zacatapec—, Domingo Arenas, Coronango, San Andrés Calpan, entre otros, y apoyados por la organización 28 de octubre, colocaron un campamento en la entrada de la empresa Bonafont de la multinacional Danone, que se ubica a 30 minutos de la ciudad de Puebla.
Desde ese momento, los trabajadores ya no pudieron entrar a las instalaciones: sus autos se quedaron adentro, la firma quedó parada, se prohibió la entrada a los empleados, personal del Gobierno, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y uno que otro fisgón que hace hasta lo imposible por saber qué esconde la empresa en su interior.
En las puertas de Bonafont y para impedir la vista de afuera hacia adentro, los pobladores colocaron unas tablas aunque no cubren por completo el zaguán, la puerta para acceder a las instalaciones es custodiada por una viejita que se la pasa lavando trastes y ropa en un lavadero que se montó en el acceso principal.
Para darle identidad a su movimiento, el grupo de vecinos que exige la salida de Bonafont pintó grafitis, murales, y colocó tendederos con lonas, mantas, cartulinas que dicen: “Los vecinos de la colonia apoyamos el movimiento ¡Fuera Bonafont!”, o “¡No hay sequía, hay saqueo!”, entre otras frases se pueden leer.